Una nueva edición de Eurovisión, con nuevas canciones que nos pueden gustar más o menos, pero ¿qué es lo importante para nosotros? Sí, correcto: los modelitos de los concursantes.
A esta hora, ya todo el mundo sabe que los ganadores fueron los representantes de Azerbaijan y parece ser que fue una gran sorpresa para los "euroseguidores" y para los entendidos de música eurovisiva. Eso sí, sorpresa en el apartado musical, porque en lo que se refiere a la indumentaria, no destacan por originales:
Traje blanco para él y vestido del mismo tono para ella. Como se aprecia en la imagen, la falda era muy corta por delante y larga por detrás y estaba formada por unos volantes con una tela muy vaporosa, que le jugó una mala pasada a la cantante cuando se lanzó corriendo al escenario.
Más clorido, aunque no por ello acertado fue el vestido que lució la representante española Lucía Pérez:
Parece que Lucía tiene dos grandes enemigos: el autor de la canción que defendió en la gala y el estilista que le recomendó ese infantil vestido rosa. Parecía envuelta en papel de regalo. Os dejo un detalle de la falda:
Lo dicho, puede que el vestidito esté bien para una chica de 16 años que se pone guapa un día para salir por ahí, pero para una actuación de Eurovisión??
Otra cantante que se decidió por el rosa chicle con el mismo acierto fue Getter Jaani, de Estonia:
¿Por qué se inspiran en los modelos de la Nancy?? Más sobria estaba la cantante de Suiza, Anna Rossinelli, que llevaba un vestido en un tono rojo oscuro con destellos brillantes:
El vestido no está mal, pero anuncia algo temido por muchas: la vuelta de las hombreras!
Esta es una pequeña muestra de lo que fue la moda del festival, porque como sabéis, son más de veinte los países que participan solo en la final. Faltan muchos vestidos y muchos estilismos imposibles, como el de los gemelos irlandeses, así que no dudéis en comentar los mejores y peores modelos según vuestra opinión.
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